Innovación

Poniendo números a las sensaciones

2013-08-21

En nuestro proyecto de innovación Disusbi hemos sometido a varios modelos de bicicletas de categoría trail a tests exhaustivos para analizar el comportamiento de sus suspensiones y su eficacia de pedaleo

¿Cómo lo estamos llevamos a cabo? No te pierdas lo que te explicamos a continuación, ¡No paramos ni un momento de innovar!

Test de suspensiones

Gracias al trabajo coordinado por el CEIT (Centro de Estudios e Investigaciones Técnicas de Gipuzkoa), encargados de la fase de sensorización de todas las bicicletas, con el apoyo y asesoramiento del IBV (Instituto de Biomecánica de Valencia), pusimos a prueba cinco bicicletas de marcas distintas para someterlas a los mismos tipos de tests y análisis.

En estas pruebas, y siguiendo las directrices marcadas por el IBV, se han adaptado los cinco modelos de bicicletas para que sean probadas por un mismo usuario de modo que en todas y cada una de ellas se encuentre con la misma postura al pedalear, la misma distancia entre el sillín y el manillar e incluso el mismo manillar y puños en todas las bicicletas con el objetivo de lograr la mejor adaptación por parte del ciclista a cada bici y realizar los tests del modo más objetivo, preciso y metódico posible.

Test específicos: Bajar escalones y rodar sobre baches

Test 1: Bajar un escalón de 20 y 40 cm. a diferentes velocidades para comprobar la absorción y comportamiento de la bicicleta en este tipo de situación. Test 2: Sobrepasar dos series de tres obstáculos fijos realizado a diferentes velocidades (15 y 25 kms/h) registrando el comportamiento de las suspensiones en cada caso.

Test en el tapiz rodante

El centro Hegalak de San Sebastián dispone de un tapiz rodante donde enfrentamos el rendimiento de varios modelos de bicicletas entre sí. El ciclista, una vez en equilibrio, tiene que seguir un protocolo de pruebas predeterminadas donde se modifican variables como la velocidad, la pendiente del tapiz, etc, pedaleando a diferentes velocidades con diferentes desarrollos y cadencia, incluso modificando los parámetros de ajuste de compresión del amortiguador trasero.

El ciclista, sin dejar de pedalear, contesta a una serie de cuestiones acerca de la percepción del esfuerzo que realiza en cada momento, mientras que los registros que los sensores transmiten en tiempo real son enviados a un ordenador donde se comprueba el comportamiento de la bicicleta en todo momento. Estos datos son analizados posteriormente  para determinar con la máxima exactitud y objetividad posible el comportamiento de cada bicicleta. Un trabajo laborioso de varias semanas de investigación poniendo números a las sensaciones.